Quién
Jessica Pereira no sabe si regresaría a La Mega de New York
Luego de no poder renovar su visa de trabajo en Estados Unidos para continuar laborando en “El Vacilón de la Mañana”, de La Mega, la comunicadora Jessica Pereira sigue desarrollando su carrera en República Dominicana en los medios locales.
En entrevista en el programa “Víctor en vivo” habló, entre otras, de su experiencia en la radio en New York, y dijo que, aunque salió con las puertas abiertas, de solucionar su problema de renovación de visa de trabajo, no puede dar una respuesta actualmente de si regresaría o no a La Mega, ya que en la República Dominicana disfruta de su familia.
“Honestamente si te estoy dando una respuesta estoy escupiendo para arriba, pero por ahora, yo creo que Dios tiene el porqué de todo y este momento yo tenía que pasarlo con mi familia. Me traje a mi familia, ellos estaban desamparados aquí y arranqué. Yo me fui de mi casa a los 14 años, ya son muchos años fuera y creo que los necesito disfrutar”, explicó la venezolana de 35 años.
En estos momentos Pereira, quien llegó al país hace 18 años por una propuesta de trabajo, forma parte de el programa radial Alofoke Radio Show y en la televisión, está en el programa La Opción.
Aunque salió de su país natal muchos antes de la crisis, en sus inicios en República Dominicana pasó las mismas peripecias que algunos de sus compatriotas. “Para yo llegar a donde estoy he pasado mucha precariedad. Inclusive, me acuerdo, que aquí en el supermercado La Sirena, yo no tenía que comer y abrí un paquete de galletas integrales y jamón y literalmente me lo robé, me lo fui comiendo en el supermercado y salí y no pagué, no tenía ni un chele”, reveló al ser entrevista por Víctor Gómez Casanova en el espacio que se transmite de lunes a viernes por Teleradio América y el canal de YouTube del programa.
Jessica cuenta que hay muchas personas que no se imaginan lo que ha tenido que pasar para lograr la estabilidad de la que goza hoy en día. Dormir en el suelo, no tener dinero para pagar la renta ni para comer, el sufrimiento y el dolor causado por dos operaciones, una de ellas de seno que por mala practica le costó la amputación de una de sus mamas, la segunda una reconstrucción de labios tras un accidente que le desfiguró la boca.