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“HONESTY BY JUAN CARLOS REYES” destaca como una muestra de gran valor en el Museo de Arte Moderno
Desde su inauguración el 4 de marzo hasta su clausura, la muestra “Honesty by Juan Carlos Reyes”, presentada en el Museo de Arte Moderno (MAM), se consolidó como una experiencia curatorial y museográfica de gran profundidad simbólica, artística y educativa, conjugando arte, reflexión y comunidad.
Bajo la curaduría y museografía de Nelson Ceballos y Lilian Carrasco, la exposición reunió un sin número de obras que abarcan pintura, escultura, acuarela, grabado, dibujo e instalación, invitando al espectador a un diálogo íntimo con la verdad, la fragilidad de los afectos y la condición humana.
Más que una muestra, “Honesty” fue una declaración de principios: una confrontación poética y visual con los valores esenciales del ser humano en un contexto contemporáneo marcado por la banalidad y la inmediatez. A través de un lenguaje simbólico poderoso —niños con los ojos vendados, relojes, marionetas, ajedreces, aviones de juguete, piruletas con espinas— el artista expuso con crudeza y sensibilidad las tensiones entre lo efímero y lo perdurable, entre la manipulación y la libertad.
Durante el acto inaugural, el artista expresó que “‘Honesty’ es una invitación a ver más allá de las obras, conectando con la esencia de cada espectador a través de las emociones. Permitan que las piezas les tracen el camino y les hagan sentir la plenitud que ofrece el arte”.
El evento contó con la presencia de autoridades culturales, críticos de arte, coleccionistas, estudiantes y medios de comunicación. La crítica y curadora de arte Marianne de Tolentino definió la muestra como una culminación merecida del trayecto de Reyes desde su premiación en el “Concurso Nacional por los Valores”, resaltando su evolución técnica y profundidad temática.
La exhibición recibió el apoyo del mecenas Ludwig García, el gestor y coleccionista Edwin Espinal Matos y la colaboración del coleccionista Héctor José Rizek Sued, así como el patrocinio de Banreservas, Artspace, Laboratorios LAM, Linesco, Arte San Ramón, El Catador y Oliver Rum.
Una reflexión inmersiva
La instalación y las esculturas tridimensionales ampliaron la propuesta conceptual de la muestra, convirtiéndose en escenarios inmersivos que interpelaban directamente al espectador, llevándolo a cuestionar su propia relación con la honestidad. Las técnicas y materiales —acuarelas transparentes, un carboncillo completamente expresivo, el grabado marcado por el tiempo— no fueron meras elecciones estéticas, sino vehículos de significado que reforzaron el mensaje central: mirar más allá de lo evidente, recuperar la transparencia de los afectos y resignificar el acto de decir la verdad.
En palabras de Edwin Espinal Matos, “no se trataba únicamente de una serie de obras, sino de un discurso visual cargado de significado, una invitación a explorar en la esencia de la creación de Juan Carlos Reyes”.
Con “Honesty”, el artista no solo ofreció una exposición, sino una experiencia transformadora que, desde el arte contemporáneo, propuso una reflexión urgente y necesaria: la honestidad como resistencia frente a lo falso, y como puente para reencontrarnos con lo esencialmente humano.
Diálogos en torno a la muestra
El jueves 13 de marzo, en el marco de la exposición se presentó el conversatorio “La representación de la infancia y su sombra en la obra de Juan Carlos Reyes”, con la intervención de la crítica y curadora de arte Marianne de Tolentino y la historiadora del arte y curadora Paula Gómez Jorge. De Tolentino se refirió sobre la manera en que Reyes articula escenas infantiles que oscilan entre la ternura y la inquietud, subrayando el uso expresivo del color y la gestualidad como vehículo de lecturas múltiples.
Por su parte, Paula Gómez Jorge exploró la sombra como un recurso conceptual clave, señalando cómo la dualidad luz‑oscuridad en las composiciones del artista abre diálogos sobre la memoria, lo onírico y lo ausente. Ambas hicieron énfasis en la capacidad de la obra para invitar a una lectura plural, en la que cada pieza se convierte en un espejo de emociones que trascienden la superficie pictórica.
El martes 1 de abril, el “Conversatorio del Equipo Gestor” reunió al propio Juan Carlos Reyes, al gestor cultural Edwin Espinal, al mecenas Ludwig García y a los curadores Nelson Ceballos y Lilian Carrasco. En esta sesión, Espinal reflexionó sobre la gestión cultural como eje central para convertir ideas en proyectos tangibles, mientras que Ludwig García ofreció anécdotas que ilustran el rol transformador del mecenazgo en la carrera del artista. Juan Carlos Reyes por su parte, compartió sus inicios y su tránsito de Santiago de los Caballeros a Santo Domingo, poniéndose en diálogo con las visiones de sus aliados curatoriales. Nelson Ceballos y Lilian Carrasco expusieron a su vez, los criterios museográficos y curatoriales que dieron coherencia narrativa al montaje, evidenciando el meticuloso trabajo —técnico y conceptual— que ha sustentado esta muestra como un hito para el arte dominicano.
Actividades paralelas: educación, infancia y participación colectiva
Como parte integral de la experiencia expositiva, se desarrolló un sólido programa educativo con visitas guiadas que permitieron a los visitantes comprender a profundidad el recorrido por el universo simbólico del artista.
Entre las actividades más destacadas se encuentra el taller infantil “¡Pintemos con Juan Carlos Reyes!”, que reunió a niños y niñas de entre 5 y 12 años en un encuentro creativo guiado por el propio artista. Este espacio lúdico permitió a los más pequeños explorar técnicas artísticas, estimular su imaginación y vincularse con el arte contemporáneo desde el juego, el color y la emoción. Fue además un espacio para la generosidad, ya que cada niño recibió un bosquejo de su elemento favorito en la obra de Juan Carlos Reyes realizado in situ y firmado por el artista.
Un trabajo en equipo
El éxito de “Honesty” fue también resultado del trabajo articulado entre el equipo gestor y el personal administrativo y técnico de la Dirección General de Museos y del Museo de Arte Moderno. La parte institucional representada por Carlos Andújar (director de la Dirección General de Museos) y Federico Fondeur (director del Museo de Arte Moderno), así como el apoyo administrativo y logístico de Pilar Vásquez, Máxima Jorge Gómez, Betzaida Ymaya, Efraín Raimundo, Ronald Gómez Nín, Teresa Lazo, Nicolás Agramonte, Merling De la Cruz y Luis Boehme. El diseño 3D de las esculturas que se exhibieron fue realizado por Rafael Almánzar. En el montaje participaron Julio Ángel Rodríguez, Miguel Moya, Arturo Polanco, Arturo Polanco hijo y Rafael Santa. El diseño gráfico y manejo de redes estuvo a cargo de Nicole Periche (Kokointhetropics); José Nova fungió como relacionador público del evento; Katyuska Licairac fue la maestra de ceremonias la noche inaugural; las impresiones fueron realizadas por E-graf y Graphic Market, y la fotografía de las obras correspondió a Mariano Hernández, mientras que las fotos sociales y videos estuvieron las hicieron Bryan Adom, Freiser Abreu y Fernando García. El programa educativo fue coordinado por Lilian Carrasco con la participación destacada de Edwin Espinal en las visitas guiadas y la colaboración de Eloisa Betancourt y los guía de sala Martín Santos y José Aquino.