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Maria Alejandra toma clases de manejo de armas para defenderse de la delincuencia
La presentadora de televisión María Alejandra Guzmán acudió a clases de manejo de armas para defenderse de la delincuencia que impera en la República Dominicana.
La información la dio a conocer a sus seguidores la misma comunicadora junto a un vídeo donde se le observa manipular y disparar varias veces una pistola.
“Esta clase la tomé para aprender a manejar un arma “en caso de ser necesario”, dice parte del mensaje con el que describe su experiencia.
Explicó que se decidió a tomar los tutoriales después que en su vecindario habían atracado y golpeado a una familia en el edificio justo al lado de su casa, al igual, que en el condominio donde reside tres (3) personas se metieron a robar:
“Manteniendo a la familia secuestrada por una hora bajo armas de fuego y blanca. El miedo me movilizó a buscar una manera de defenderme, pero créanme que al tomar el arma el profesor tuvo que hacerme un coaching psicológico; al sentir su peso, mis palpitaciones se aceleraban, mi respiración era corta y agitada”.
María Alejandra dijo que en ese momento tener en sus manos “la forma de quitar una vida en un segundo es una enorme carga que yo no quisiera llevar en mis hombros”.
Agregó que tomó la clase que más que a disparar le enseñó como manejar el arma a modo de “asustar”, sin que represente peligro para ella ni para los que están a su alrededor.
Sin embargo, entendió que una vez una pistola en sus manos, “tienes que estar preparado para lo que sea. No volví jamás”.
Guzmán dijo que esta semana se han vuelto vírales una ola de nuevos crímenes: robos, atracos, secuestros… y por ende se vio en la necesidad de regresar a su cabeza la idea de retomar sus clases junto otras de defensa personal.
“Pero esta vez con valentía y coraje seguir hasta perder el temor recordando que como las autoridades están faltando a su responsabilidad de protegernos, a veces hay que tomar nuestra seguridad en serio y en nuestras propias manos”.
Comentó que anoche con el temblor de tierra y los miles de escenarios que en su mente recreó, lo decidió.
“Seguiré orando por La Paz, seguiré pidiendo por buenos trabajos que le proporcionen lo que necesiten a estas personas que a veces lo que hacen no por deseo, si no por su situación, pero mientras, yo estaré preparada; Que pena tener que llegar a estos extremos cuando hay personas capacitadas a quienes se le pagan para evitar que yo me sienta así de insegura… pero bien, nuestra realidad es otra. Dios nos proteja a todos”.