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Involución: la cruda realidad urbana en RD

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No hay dudas de que el género urbano tiene el control de la industria musical desde hace ya varios años. Incluso, ha tenido la fuerza suficiente como para “resucitar” a muchos artistas y mantener la vigencia de algunos otros.

A esto se suma el hecho de que la popularidad misma ha logrado arrastrar a sus aguas a intérpretes de casi todos los géneros y, al día de hoy, bachateros, merengueros, intérpretes de pop, rock y vallenato, entre otros, se han paseado por sus pasillos, además de los nuevos que han tenido la oportunidad de posicionarse con firmeza en poco tiempo y hasta estar entre la lista de giras más exitosas del año, como es el caso de Maluma, por encima de artistas como Ricardo Arjona.

Sin embargo, en República Dominicana, donde el género lleva una data de aproximadamente 15 años, lo urbano en algunos aspectos esenciales se queda encerrado en un mismo círculo, que se ha tornado vicioso; y mientras los cantantes urbanos extranjeros van dejando etapas atrás, los dominicanos las reciclan.

Si bien es cierto que desde siempre ha estado arropado por las polémicas, la época de las malas palabras, incentivar la violencia, usar la mujer como objeto sexual (especialmente en un momento que el empoderamiento femenino está en el candelero a nivel mundial), la vulgaridad en los videoclip, el contenido de las letras y las famosas tiraderas o ‘tiraeras’, las cuales llenaron una famosa temporada en el desarrollo del mismo, está de vuelta y se ha convertido en un ciclo que cada vez dura menos para reiniciarse.

¿Será la desesperación de recuperar el terreno que la evolución boricua y colombiana han ganado?

El caso es que los intérpretes internacionales han logrado llegar y fijarse en menos de 5 años, con mayor estabilidad que locales con más de 10 y hasta 15 años “guayando la yuca”.

En pleno 2018, las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo que muchos han preferido utilizar para enfrentarse entre ellos mismos, y otros de la industria, para arremeter contra la prensa o para exhibir sus bondades monetarias, riquezas, hijos, esposas… abogando por unión e internacionalización que, aparentemente, ellos mismos bloquean.

En la lista de enfrentamientos y dimes y diretes, El Lápiz ostenta la corona. Ha protagonizado unos cuantos con Shellow Shaq, Toxi Crow, Mozart La Para, Pina Records y con, casi la mayoría de los exponentes locales.

No muy lejos van las “damas” del género, La Materialista, La Insuperable y Milka. Desde su exhibicionismo, que en más de una ocasión ha caído en lo vulgar, hasta sus letras, muchas colocándose a sí mismas objeto sexual, han armado varios bochinches.

Mientras que Amara la Negra cansa con la canción de que no la apoyan.

Otros como El Alfa, Toxic Crow y Químico se han inclinado por atacar a la prensa, pues entienden nunca les han apoyado y no la necesitan.

Por otro lado Shellow Shaq está de vuelta en sus andanzas ‘malapalabrosas’ pese a que le estaba yendo bien en otra onda, demostrado con “Llegan lo’ montro” y “Calentate Girl”, mientras que Don Miguelo no le camina muy de lejos, pues su clarísimo doble sentido volvió a florecer en su última pieza, “CondonMiguelo”, y se le ve grabando con todo lo que este sonando: “Esta que ta’ aquí” con André Veloz, y ahora con Martha Heredia.

Otro caso: Chimbala, quien tenía años sin sonar hasta la “pegada” de “bye bye”, no se queda fuera. El exhibicionismo de armas que muchos comentarios en redes sociales han catalogado como “motivación a la violencia y mal ejemplo a sus seguidores”, le regaló un espacio en esta lista.

Asimismo, Mozart La Para, que con todo y su contrato con Roc Nation sigue anclado a local, ha pasado a ser una de las figuras y familias más públicas del arte convirtiendo a su hija en figura, luego de que su esposa hiciera lo propio.

Algunos, que hasta han estudiado en el Conservatorio Nacional de la Música, como es el caso de Shadow Blow, no mantiene una continuidad. Mark B, quien explotó en el 2015 y tiene una de las imágenes más internacionales, entiende que ya no está para discotecas y que superó esa etapa; el “Cantante de los Raperos”, Vakeró, emigrando a lo alternativo, y Crazy Desing haciendo temas como “el tembeleke” que expiran en semanas.

Todo esto, sin dejar por fuera que hacer ostentar y mostrar las bondades económicas, como hace constantemente El Mayor, se traga la humildad que estos mismos pregonan.

Otros han empleado como su arma la unión y apoyo real entre si y de los grandes de esta área, como son Daddy Yankee, quien hizo un remix de Dura solo con jóvenes (Bunny, Becky G y Natti Natasha), y entre los noveles mismos, quienes levantaron el trap a fuerza de colaboraciones.

Sin embargo, a sabiendas de que son “artistas” y “figuras públicas”, han contado con cierto manejo y asesoramiento que, pese a los escándalos y crisis que han enfrentado, han mantenido su crecimiento artístico viento en popa, mientras que en República Dominicana hay más drama y división que artistas en producción y evolución.

 

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