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Peligra la boda religiosa de Justin Bieber y Hailey Baldwin?

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El artista habría recurrido recientemente a la terapia psicológica para solventar aquellos problemas de ansiedad y estrés que ha venido padeciendo en tiempos recientes, un objetivo al que estaría dando absoluta prioridad a día de hoy.

Aunque la pareja formada por Justin Bieber y Hailey Baldwin ya contrajo matrimonio legalmente con esa visita relámpago al registro civil de Nueva York que tuvo lugar el pasado mes de septiembre, sus respectivos fans esperan como agua de mayo a que los dos enamorados se animen de una vez por todas a poner el broche de oro a su matrimonio con una boda multitudinaria y religiosa, una ceremonia cuya fecha ya habría sido pospuesta hasta en dos ocasiones.

Uno de los principales factores que habrían jugado un papel significativo en estos retrasos, como han revelado fuentes cercanas al astro de la música, reside en la necesidad que tiene estos días el artista de estar “mental y emocionalmente preparado” de cara a los retos que le presentará el futuro tanto a nivel profesional como personal, lo cual le habría llevado recientemente a recibir terapia psicológica.

“La boda tendrá lugar en algún momento, ya que están deseando juntar a todos sus amigos y familiares para celebrar su amor con ellos. Pero ahora mismo no hay una fecha concreta porque Justin tiene que concentrarse en cuidar de su salud mental. Justin está bien ahora mismo, pero está cien por cien comprometido con la tarea de asegurarse de que su estado anímico es óptimo”, ha explicado un informante a la revista People para, a continuación, insistir en que la relación entre los dos enamorados no podría ser más satisfactoria a día de hoy.

“Hailey le está apoyando al máximo en este proceso y Justin se siente muy agradecido por ello. Sin Hailey a su lado, Justin estaría probablemente mucho más perdido. Para ellos es extremadamente importante disfrutar de un matrimonio feliz, y eso implica que los dos estén bien en el plano emocional”, ha argumentado el confidente.

Independientemente de cuándo y dónde vaya a celebrarse su boda, lo cierto es que la pareja ya habría definido algunos de los elementos básicos tanto de la ceremonia propiamente dicha como de la fiesta posterior, detalles de los que ni las personas pertenecientes a su círculo más íntimo tienen conocimiento alguno.

“Ya habían planificado cosas como la música y otras actividades de entretenimiento para sus invitados, así como buena parte de la ceremonia religiosa. Es posible que esos planes no se vayan a alterar, pero habrá que esperar un poco más para verlos hechos realidad”, ha sentenciado.

 

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